M. E. Pablo Gómez Jiménez.
Profesor de la Asignatura en la UJAT
Agosto, 02 de 2012.
Apreciados estudiantes de
Ciencias de la Educación de la clase de: “Retos de la educación frente a la
globalización, la interculturalidad y el medio ambiente” de la DAEA-UJAT. Debo
agradecer con puntualidad, la activa participación que tuvieron con sus
comentarios en este foro de análisis de los retos de la educación frente al
fenómeno de la globalidad y los cambios substanciales que la humanidad vive en
el orden de las culturas, los comportamientos sociales y las formas de vida de
las identidades colectivas y particulares de quienes habitamos y cohabitamos el
orbe.
El objetivo de nuestra asignatura
se cumplió con sus comentarios y reflexiones producto de la indagación y
estudio del fenómeno de la globalización, frente a los retos educativos. Su
capacidad analítica, es una muestra de que en este nuevo orden planetario que
nos toca vivir, la participación consciente y reflexiva producto de una fundamentación
académica del conocimiento, es elemento esencial para enfrentar los
avatares que se presentan en nuestra cotidianidad y en nuestra alternancia con
los valores propios y extraños; y también es, una necesidad urgente en la
formación de quienes se preparan para hacer educación y practicarla en los
escenarios que se presenten.
Hacer educación, ha sido siempre
y es cada vez más, una tarea de gran complejidad, por el alto grado de
responsabilidad que conlleva el participar en el amoldamiento de las nuevas
formas sociales y humanas, mismas, cada día más cruzadas, por la avalancha de influencias
externas de formas envolventes, que impactan en nuestras identidades
particulares generando incertidumbres ante lo propio y lo extraño.
La formación de sujetos éticos, capaces de conocerse para comprenderse frente
a los demás y los ambientes naturales y culturales, es la alternativa humana
frente a las sociedades cambiantes. Quienes hacemos educación desde nuestras
propias potencialidades y capacidades, estamos en la responsabilidad de ser los
primeros en aprender a ser, estar,
hacer, y a saber convivir y compartir en un plano de iguales frente a los demás
y lo demás; en el sentido, de una cohabitación útil con lo humano y lo natural,
o naturaleza que lo sustenta.
Si el que se educa y educa, “sabe
lo que es”, y comprende “para qué y por qué es”; entenderá lo que hace, así
como el “por qué” y “para que lo hace”.
El reto más grande de la
educación del futuro inmediato es: formar a las mentes capaces de debatir en el
conocimiento del conocimiento, para actuar congruentemente con las nuevas
exigencias éticas que reclama el orden planetario, frente a los escenarios
caóticos y los sentidos enajenantes que desvían a la conciencia humana. Educar en
el conocimiento del conocimiento, es la gran alternativa para actuar frente los
grandes problemas de pobreza y miseria
social que aquejan a la humanidad ante la indiferencia del “hombre por el
hombre”.
Quienes se forman en las Ciencias
de la Educación, deben estar habilitados para construir y hacer educación desde
los diferentes elementos de las ciencias y las diversas formas y condiciones
humanas y ambientales. Deben estar preparados, para intervenir y diseñar una
educación del futuro, congruente, acorde y respetuosa con los retos actuantes,
pero más que nada consiente de los
grandes rezagos sociales y sojuzgamientos culturales. Una educación respetuosa
del origen y la historia, como fortaleza de las miradas al futuro.
Gracias por su participación
apreciados estudiantes.
“Juchimanes” de Ciencias de la Educación de la UJAT.
El mejor de los éxitos en sus
búsquedas futuras.
“Estudio en la duda, acción en la fe”